Casi cualquier noche
Demonios
Y no hay de otra mas que aprender,
a dormir con nuestros demonios.
Sin importar cuan seguido,
allanen nuestra morada.
Y es que la única forma de librarse,
de cualquier acecho,
es conciliando el sueño,
que es ahí donde alcanzamos el cielo.
Te deseo de todo corazón,
que te reconcilies con ellos.
Nadie nos nombró policías,
ni de buenas o malas intenciones.
Duerme bien contigo,
que nuestros demonios acechan,
duerme tranquilo,
querido amigo mío.